¿A qué te dedicarías si el dinero no importase?
Si eliminásemos la necesidad de ganar dinero para vivir, ¿seguirías dedicándote a lo que te dedicas? ¿Cortarías con todo y te irías a la montaña?
Hace poco, leí un comentario por internet en el que una chica aseguraba que, tras preguntar a varias personas a qué se dedicarían si el dinero no fuese un problema, la mayoría le habían dado respuestas que implicaban un cambio sustancial en su vida. Irremediablemente me hice la pregunta a mí mismo, y me sorprendió la respuesta: también estoy en ese grupo, aunque con matices.
No me refiero a que no me guste mi vida actual, ni mucho menos, sino a que la misma está enfocada, sobre todo, a ganar dinero para seguir viviendo. O deberíamos decir subsistiendo, con los días que corren. El caso es que seguí pensando, y de tanto pensar, como me suele ocurrir, terminé por escribir las líneas que hoy publico. Si eliminásemos la necesidad de ganar dinero para vivir, ¿seguirías dedicándote a lo que te dedicas? ¿Cortarías con todo y te irías a la montaña? ¿Dedicarías tus días al gusto de estudiar, de hacer deporte, de comer? ¿Te decantarías por una vida de viajes, o por una más contemplativa?
Me encantaría que este post se llenase de comentarios, porque trata una reflexión que, cuantas más impresiones y puntos de vista reúna, más hojas de ruta y conclusiones sacaremos.
Una vida enfocada en ganar dinero
Nos guste o no, la espina dorsal que vertebra nuestra sociedad es el dinero. Da igual si tú le das más importancia o menos, pero lo necesitas para vivir en los días que corren. Es cierto que puedes irte a vivir alejado de la ciudad, al monte, y pasar tu tiempo como un ermitaño, pero eso no sería representativo y, además, seguirías necesitando dinero casi seguro.
Ser consciente de lo presente que está el dinero entre nosotros ha sido un ejercicio muy interesante. Dejo de teclear unos segundos, y todo lo que veo a mi alrededor cuesta dinero, he pagado por ello o alguien lo ha hecho. Si estás leyendo en un bar, la bebida que tienes en la mesa te ha costado dinero, al igual que la mesa y la silla en la que te encuentras, el alquiler del local, tu ropa o el móvil que te muestra estas palabras. El dinero manda y es omnipresente.
Hoy, por ende, la vida requiere ganar dinero (o tenerlo de serie) para no morir. De hecho, el supuesto que planteo es imposible, por utópico. El dinero es la forma más válida que conocemos de organizar las sociedades complejas. Tiene sus costuras, por supuesto, pero como digo, su presencia y monopolio son innegables.
Así las cosas, trata de hacer una pausa mental y elimina el dinero de la ecuación. Como si tuvieras que inventarte una historia de fantasía con sus propias reglas, pero en lugar añadir magia, eliminamos la moneda. ¿Qué ocurriría? ¿Cómo nos organizaríamos? ¿Volveríamos al trueque? ¿Quién sería considerado como rico, entonces, quien poseyera mucha agua, comida, animales? Son infinitas las preguntas que nos podemos hacer al respecto.
Si no existiera el dinero, desaparecería el trabajo
Con ese mundo utópico en mente, y digo utópico porque creo que si hubiera una manera justa de organizarnos sin dinero de por medio, se eliminarían multitud de problemas, vanidades y criminalidad, aunque luego trataré este tema, ¿Qué ocurriría con el trabajo?
La segunda acepción del término “trabajo” en la RAE dice lo siguiente:
Ocupación retribuida.
El trabajo se entiende como el cambio de un esfuerzo por un salario. Salario que hoy en día se traduce en dinero. Entiendo, en consecuencia (no sé si estoy forzando la imaginación, pero me encanta hacerlo y estoy tratando de generar este mundo sin dinero para plantear mi reflexión), que sin billetes de por medio, el trabajo queda cojo, deja de tener sentido.
Si seguimos dándole vueltas, en el momento en que el dinero hiciera chás y desapareciera, lo que hoy comprendemos como trabajo se transformaría en una mera forma de pasar el tiempo. Ahora bien, te lanzo la siguiente pregunta: ¿tu forma de pasar el tiempo en ese mundo sin dinero sería la misma que la de ahora?
Si nadie te diera dinero (ya sea un jefe, un cliente o un usuario) por llevar a cabo aquella profesión a la que hoy te dedicas, y dicho dinero no te hiciera falta porque nos organizásemos de forma que hubiese caído en desuso, ¿seguirías echando las mismas horas en el mismo sitio que ahora, pero a cambio de nada?
Por aclarar, antes de que te plantees la respuesta final, no me estoy refiriendo a si te gustaría trabajar en tu hobby, sino a si te mantendrías donde estás si supieras que el dinero ya no se usa.
Trata de responder a la pregunta con un poco de imaginación. No caigas en las respuestas manidas de “me haría falta comer” o “mi familia depende de mi trabajo”. Haz un esfuerzo y elimina de la ecuación las obvias necesidades básicas. En este mundo inventado, todas están cubiertas y no echarías de menos el dinero porque la riqueza, de algún modo, no se mediría con la acumulación de divisas. Piénsalo con esas reglas.
Ya sabes: mi mundo, mis normas.
¿Sociedad utópica o distópica?
En un párrafo anterior dejé caer que esta sociedad sería utópica, porque creo que la eliminación del dinero dejaría atrás montones de problemas actuales. Pero me retracto, si bien no la consideraré tampoco distópica. Creo, sin más, que sería una sociedad diferente, y admito que me cuesta muchísimo imaginar los problemas que pudiera suscitar la eliminación del dinero.
¿Dejaría de existir la riqueza como la conocemos? ¿La gente comenzaría a acumular las cosas que más se demanden para vivir, procediendo a comerciar con ellas? ¿Subsistiría la ley de la oferta y la demanda, que entiendo que es más resistente que la propia economía?
Lo dicho, sin darle demasiadas vueltas más, teniendo en cuenta que estoy escribiendo estas líneas a las siete y media de la mañana de un día entre semana, mi conclusión es que esta sociedad libre de dinero sería distinta, sin más. Creo que funcionamos muy bien con la dupla esfuerzo-recompensa, pero de esta forma ya no habría recompensa, y no conozco a demasiada gente que trabaje por amor al arte, como se suele decir.
No sé si una vida de constante placer, de todo a la mano, de total y absoluto “no esfuerzo” sería agradable de vivir. De hecho, hoy pensamos en eso porque tenemos que trabajar. Lo endiosamos precisamente por comparación.
Si no hubiera nada malo o desagradable, ¿acaso lo agradable se valoraría?
¿Qué estarías dispuesto a hacer por amor al arte?
Volviendo al tema. ¿Cuál es tu caso? ¿Qué ocupación disfrutas sin que te importe cobrar por ella? Es más, ¿Qué haces que ni siquiera te has planteado nunca ganar dinero con ello? Puedes responder lo que quieras, todo es válido. No es necesario que tu respuesta sea una profesión considerada hoy como útil.
A lo mejor te gusta escribir haikus, como los antiguos samuráis, o montar en moto. Quizás lo tuyo es disfrutar comiendo, pasear, o dedicarte a la mera contemplación de la naturaleza. Puede que mejorar en un instrumento, estudiar por aprender, leer o cantar. Puede también que lo que de verdad te apasione sea eso a lo que te dedicas hoy, algo como la enfermería, la abogacía o la albañilería. Todo vale. Es más, si hoy día te dedicas a algo que harías sin retribución, te doy la enhorabuena, porque desde mi punto de vista, rozas el éxito con la punta de los dedos.
El caso es, ¿eres de estos últimos, o si el mundo sin dinero que me he inventado para este post surgiese mañana, tirarías todo por la mañana y te dedicarías a otra pasión?
Un apunte. No sé si dedicarnos a nuestra pasión sine die acabaría por quemarnos, pero creo que sí. Pienso que si no tuviéramos que trabajar para vivir, para conseguir la moneda de cambio que nos permite subsistir con más comodidad, dejaríamos de valorar las cosas. Considero que, para sentirnos bien con los hobbies y placeres, hace falta tener épocas de privación o trabajo que no nos apasionen tanto. El trabajo, per se, nos ayuda a valorar lo demás.
¿Qué haría yo si no necesitase dinero?
Me gusta mi profesión, pero no me dedicaría a ella de forma gratuita, siendo sincero. Sabiendo que me pagan por ella, me gusta como ocupación. Pero volviendo a la RAE, me gusta como ocupación retribuida. De hecho, no me planteo cambiar de trabajo nunca (si la vida me lo permite) porque, como parte del fenómeno esfuerzo-recompensa, me encanta lo que hago.
Pero por no dejar la pregunta sin responder, y obviando el apunte final del subtítulo previo, creo que yo me dedicaría a escribir, a montar en moto y a estar con los míos. Sin más, mi vida sin trabajar sería de lo más simple, en el buen sentido. La vida simple, la vida lenta. La vida mediterránea de la que ya hablé una vez. Es más, lo que haría sería plasmar en mi día a día muchas de las ideas a las que doy vueltas en Sapientia hoy día.
Pero reitero, creo que todo esto no es más que un juego reflexivo para darnos cuenta de si aquello a lo que nos dedicamos nos gusta o no. Quizás, si tu respuesta a todo esto ha sido un rotundo “yo huiría de mi trabajo actual porque no me gusta nada” o similar, puede que tengas que pensar un poco.
El trabajo es importante, nos hace valorar el tiempo libre y no va a desaparecer (¡menos mal!). Pero también puede suponer un sinvivir si te dedicas a algo que odias. Si tienes posibilidades de darle una vuelta al asunto, plantéate la pregunta de este post, porque es un buen punto de partida para una profunda reflexión y un posible cambio, en caso de que lo necesites.
Me encantaría leer vuestros comentarios, este post sería mucho más interesante con vuestras respuestas.
Interesante reflexión Edu, más que interesante. Además, esa pregunta hecha en una plataforma como ésta, da pie a lo que muchos pensamos: «me dedicaría al 100% a escribir. Punto» ¿Existe algo más maravilloso? ¡Soy todo oidos! 🤩
Supongo que quién es feliz con su trabajo, seguiría haciéndolo, pero con ciertos matices. Es mi caso al menos. Yo no trabajaría para cualquiera, escogería al cliente. Además seguiría cobrando por el trabajo y emplearía el dinero en alguna causa justa o que ayude al prójimo de alguna manera.
Eso sí, quitada la presión de tener que ingresar para subsistir, la escritura sería el 80% de mi tiempo, muy probablemente.
Gracias por estar. ❤️
Yo me seguiría dedicando a mi profesión, pero menos horas de las que le dedico actualmente. Creo que en la duración de la jornada laboral está la clave, por lo menos en mi ámbito. (Soy Terapeuta Ocupacional y trabajos con niñxs con diversidad funcional)
Si pudiese conciliar mejor mi trabajo, con escribir, hacer deporte, cuidarme a mí, a los míos. Sería mucho más ameno, y no nos "quemaríamos" tanto.
Coincido con lo que dices sobre, si el dinero dejase de existir, quizá algunas cosas perderían sentido y no la valoraríamos tanto. Pero quizá otras que ni nos imaginamos si cobrarían sentido y muchos problemas actuales (o casi todos) dejarían de existir.
Es un tema complejo, sin duda alguna. Partiendo de la base de que es muy difícil imaginarnos algo totalmente opuesto a lo que hemos vivido. Pero me parece un buen ejercicio de reflexión.
Otra reflexión que dejo, como Terapeuta Ocupacional que soy, es que profundicemos un poco más en lo que es la ocupación realmente, más allá del concepto de la RAE.
Lanzo un concepto interesante, y es que, hablemos de ciencia ocupacional.
Dejo este artículo para quién quiera profundizar más.
http://www.revistatog.com/suple/num6/erna.pdf
Un abrazo.