De alguna forma, ese café previo al trabajo es un “Perfecto, todo está en orden. Ahora vamos al lío”, una confirmación de la bendita rutina de la que tanto nos quejamos.
Ay, qué sensación tan nostálgica me ha despertado al leerte! Llevo mes y medio de baja sin ir.
Mi bar de confianza es el que está cerca del trabajo y sea mi turno de mañana o de tarde, me paso un ratito antes de trabajar, y cualquiera de los 3 camareros que están, me ponen el café con leche y un vaso de agua, “lo de siempre” que siempre recuerdan
Si es el hombre mayor, entrañable, con rato de conversación y sonrisas y risas. Si es la mujer, a veces me enseña la foto de su nieto pequeño ,cuando le pregunto qué tal está, o hablamos de libros, siempre llevo uno en la mano. Con el más joven, que es mayor que yo, no hay más conversación que intercambio de sonrisas.
A veces reflexiono sobre la elección del lugar…
podría haber elegido uno más de moda o de gente de mi edad, 43…
✨pero es que me encanta coincidir con personas que podrían ser mis padres y mis abuelos, y saludarnos y darnos los buenos días …y no elegir su mesa, aunque lleguen más tarde, porque sé que es la que eligen…ése intercambio de miradas y a veces sonrisas.
✨Me gusta la sensación de que si hubiera vivido hace años en esta ciudad, igual hubiera ido a tomar chocolate con churros con mi abuela allí
✨Me encanta lo espacioso que es, puedo tener varias mesas alrededor vacías, me da paz
Por eso y por más, gracias…me has hecho sonreír leyendo tu texto 🫂✨
Gracias por compartir tu experiencia en tu bar de cabecera. Yo desayuno en casa pero me pasa con el de la tarde, después de la siesta y los fines de semana en mi bar de cabecera. Pánico me da solo de pensar en su cierre.
A ti por leerlo, Ari. Lo cierto es que mi bar, para mí, es indispensable para mi orden mental matutino. Como ya dije en el post, cuando pensé que cerraba no sabía dónde meterme!
Qué felicidad leer este post. Vengo justo de hablar transversalmente de esto en mi última publicación, sobre cómo los bares se vuelven oficinas a veces. Pero es que en mi caso mi oficina es mi bar de cabecera. Donde me preguntan "¿manchado y vaso de agua?" cuando llegan a la mesa a confirmar por si ese día prefiero una tónica. Donde las tostadas de pan con tomate son la cosa más rica del mundo. Yo qué sé. Son esas sensaciones inexplicables de las que hablas.
Cuando vivía en Valencia, tenía también mi bar de cabecera. En Madrid todavía no lo he encontrado y en Valencia, cuando vuelvo, los camareros han cambiado y ya nadie se acuerda de mí. Me ha encantado tu entrada 🩷
Ay, qué sensación tan nostálgica me ha despertado al leerte! Llevo mes y medio de baja sin ir.
Mi bar de confianza es el que está cerca del trabajo y sea mi turno de mañana o de tarde, me paso un ratito antes de trabajar, y cualquiera de los 3 camareros que están, me ponen el café con leche y un vaso de agua, “lo de siempre” que siempre recuerdan
Si es el hombre mayor, entrañable, con rato de conversación y sonrisas y risas. Si es la mujer, a veces me enseña la foto de su nieto pequeño ,cuando le pregunto qué tal está, o hablamos de libros, siempre llevo uno en la mano. Con el más joven, que es mayor que yo, no hay más conversación que intercambio de sonrisas.
A veces reflexiono sobre la elección del lugar…
podría haber elegido uno más de moda o de gente de mi edad, 43…
✨pero es que me encanta coincidir con personas que podrían ser mis padres y mis abuelos, y saludarnos y darnos los buenos días …y no elegir su mesa, aunque lleguen más tarde, porque sé que es la que eligen…ése intercambio de miradas y a veces sonrisas.
✨Me gusta la sensación de que si hubiera vivido hace años en esta ciudad, igual hubiera ido a tomar chocolate con churros con mi abuela allí
✨Me encanta lo espacioso que es, puedo tener varias mesas alrededor vacías, me da paz
Por eso y por más, gracias…me has hecho sonreír leyendo tu texto 🫂✨
Tú me has hecho sonreír a mí leyendo tu comentario. Un abrazo muy fuerte, me alegro de que te haya gustado.
Gracias por compartir tu experiencia en tu bar de cabecera. Yo desayuno en casa pero me pasa con el de la tarde, después de la siesta y los fines de semana en mi bar de cabecera. Pánico me da solo de pensar en su cierre.
A ti por leerlo, Ari. Lo cierto es que mi bar, para mí, es indispensable para mi orden mental matutino. Como ya dije en el post, cuando pensé que cerraba no sabía dónde meterme!
Que especial es tener rutinas de mañana para querer darle al día 💗
Necesario en mi vida! :)
Qué felicidad leer este post. Vengo justo de hablar transversalmente de esto en mi última publicación, sobre cómo los bares se vuelven oficinas a veces. Pero es que en mi caso mi oficina es mi bar de cabecera. Donde me preguntan "¿manchado y vaso de agua?" cuando llegan a la mesa a confirmar por si ese día prefiero una tónica. Donde las tostadas de pan con tomate son la cosa más rica del mundo. Yo qué sé. Son esas sensaciones inexplicables de las que hablas.
Me he visto TAN reflejada. Qué bonito.
Muchas gracias!!! Se nota que también tienes tu bar de cabecera. Esos matices solo los puede describir alguien con esa suerte
Cuando vivía en Valencia, tenía también mi bar de cabecera. En Madrid todavía no lo he encontrado y en Valencia, cuando vuelvo, los camareros han cambiado y ya nadie se acuerda de mí. Me ha encantado tu entrada 🩷
Muchas gracias! Los bares de cabecera son un concepto que difícilmente puede entender alguien que nunca ha tenido uno
Es importante mantener rituales matutinos para arrancar el día.
Así como lo planteas, no tiene que ser los más extravagantes o impresionantes, sino los que te funcionan a ti.
En mi caso es una taza de té y mi escritura matutina.
También una forma perfecta de empezar los días