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Edu, me has hecho reír con esta parte: "... el problema al que trato de poner nombre hoy, como si al publicarlo por aquí lo señalara con un dedo acusador para matarlo de la vergüenza..." 😂

Pues yo me veo muy reflejada en tus dificultades, ¿sabes? Los arrebatos iniciales de motivación, que se acaba (irremediablemente) desinflando, la falta de planificación y sus repercusiones, el tener X proyectos comenzados por casa, exigiéndote explicaciones con los brazos en jarras...

Aunque últimamente (en los últimos 3-4 años, no más) ya no lo llevo tan mal, porque creo que me estoy "pillando el truco" a mí misma, por fin.

Y he pensado contarte mis "trucos", por si a ti te sirvieran. Ojalá que sí...

Lo primero, que no es un truco, es que tengas muy claro *qué quieres conseguir* con cada proyecto. Creo que tiene que ser una meta que te motive lo suficiente, que para ti sea lo suficientemente importante, como para aguantar todo el proceso de materialización de la idea, que va a ser largo de c*jones. Si el resultado final no te importa mucho, es más probable es que lo acabes dejando.

Por ejemplo, en mi primer emprendimiento, la motivación final era poder comer. Supervivencia pura y cruda, la mayor y mejor de las motivaciones: ¡nunca decae! 😅😅

Una vez aclarado el primer punto, que sería el "para qué" de fondo, mi primer truco es lo que tú decías: la estructura general, la planificación de la construcción: la ubicación de las columnas maestras y los cimientos del edificio, número total de plantas, metros cuadrados de cada planta, y distribución general de las estancias.

Sin entrar en detalles, como el tipo de ladrillo, o el tamaño de las ventanas.

Yo suelo trazar la estructura general aprovechando el impulso inicial de motivación y creatividad, en lugar de "gastarlo" todo en empezar con los detalles finos, que son lo que más me gusta y me apetece hacer. A lo mejor sí que anoto unos cuantos detalles, pero sin desarrollarlos. Utilizo el impulso inicial para delinear el mapa general a grandes rasgos, que será lo que me permitirá continuar avanzando en los días en los que no me apetezca seguir, o no sepa por dónde hacerlo.

Y lo segundo es el sistema de trabajo diario, gestionar el tiempo y la energía en el día a día, para que, efectivamente, el proyecto avance. Cuántos días a la semana vas a invertir, cuántas horas al día (o a la semana), dónde y cómo vas a trabajar, etc. La estructura/planificación general es el "hacia dónde y por dónde", y la sistematología diaria es el "cómo".

Yo he encontrado un sistema que a mí me funciona, porque permite la constancia necesaria para avanzar, pero incluye el nivel de libertad que yo necesito en cualquier sistema para que éste me sea sostenible a medio y largo plazo.

Lo que hago es *COM-PRO-ME-TER-ME* en mayúsculas y en negrita a sentarme a trabajar X número de horas y X número de días a la semana, caiga quien caiga, llueva, diluvie, caiga granizo o lluevan meteoritos del cielo. 😄

Como si me fuera la vida en ello, porque sé que si no lo hago con ese nivel de compromiso, me acabo haciendo la tres-quince a mí misma, por mi nivel de creatividad y mi alergia a la falta de libertad.

Así que, últimamente, lo que estoy haciendo es escribir un MÍNIMO de 2 horas cada día, MÍNIMO 5 días a la semana. A veces es de lunes a viernes, a veces me salto un día entre semana pero lo recupero en el fin de semana. Y a veces llego a trabajar 6 días a la semana, si me apetece. Pero mínimo son 5.

Y, respecto al nº de horas de trabajo en cada "sentada", lo cierto es que, como lo que más me cuesta es siempre empezar, acabo metiendo casi siempre más de 2 horas: 3, 4, 5, incluso 6 algunos días.

Pero el mínimo no negociable es 2, me apetezca o no. En la primera media hora ya venzo la procrastinación, y ya empiezo a fluir. Una vez atravesado el umbral inicial, luego ya no quiero parar.

Respecto a la variedad de proyectos empezados, lo que hago es sentarme en mis 2 horas innegociables, y mirar cuál de los proyectos me apetece más retomar en ese momento, o cuál tiene más prioridad por lo que sea. Tomo el proyecto de mi "buffet" libre de proyectos que más me apetece o me conviene, y sigo avanzando 2, 3, 4 horas en él. En parte fluyendo, y en parte siguiendo la estructura general que ya me encargué de prefijar al inicio.

Y así voy haciendo.

Es un sistema que tiene una mezcla entre estructura y libertad, que a mí me está funcionando genial en estos años. Tanto para emprendimientos, como para proyectos creativos. En estos últimos años estoy avanzando más que en toda mi vida. No es un avance lineal, porque siempre tengo varios frentes avanzando a la vez, pero lo que importa es que avanzo, que cubro territorio, y de hecho, completo proyectos. 😊

No sé si mi sistema te serviría a ti, pero espero que, al menos, en algo te ayude. Y si no... pues gracias por leerme este tocho... 😅

Te mando un abrazo Edu, y gracias por compartir tus "vergüenzas" (que no lo son, a mi parecer).

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Clara, no puedo darte más que las gracias por este comentario. Primero, por tu tiempo, y segundo, porque vale su peso en oro. Me motiva sobremanera leer los métodos de los demás, y no niego que quizás te "tome prestado" algún truco. Gracias de nuevo, abrazo!

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Nunca he querido escribir una novela, pero sí que escribí un ensayo que me llevó casi dos años. Te leo, y veo bastantes de los problemas a los que me enfrenté durante aquel proceso. Creo que has dado en la clave: todo libro necesita una estructura de partida. Esa estructura marca un principio y un fin que, por supuesto, puede ser modificada por el camino, pero siempre con un final establecido. El segundo problema al que posiblemente te termines enfrentando será decidir cuando la obra está acabada. En esto citaré a un buen amigo, con varios libros a sus espaldas, que me confesó: "Un libro no se termina, se manda a tomar por c***". Suena un poco extremista, pero si no te marcas un fin, puedes tener para siempre esa sensación de que la obra se puede mejorar.

Yo tengo una publicación pendiente sobre mi experiencia de escribir un libro, pero decidí que es necesario darle tiempo para que madure y coja perspectiva. Seguramente lo haga cuando el libro cumpla un año :).

Sobre lo último que comentas, creo que es normal. El verano tiene una naturaleza más social, lo que anima a realizar otras actividades que contraprograman la escritura. Yo también me tengo que forzar sobremanera para mantener la rutina en esta época del año... pero sé que en cosa de mes y medio todo volverá a la "normalidad".

Un saludo y ánimo con esa(s) novela(s)!

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Gracias, Miguel! Me ha encantado la frase de tu amigo, jajajajajaja

Con el tiempo he visto que sí, que salvo que seas una mente privilegiada, te hace falta tener un final preestablecido, porque si no, corres el riesgo de naufragar durante el proceso de escritura, y eso es frustrante. Te lo digo por experiencia.

Quizás por el hecho de volver a la normalidad literaria es por lo único que tengo ciertas ganas de que el verano se vaya. Abrazo!

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Te acabo de encontrar y he ido directa a este post porque, como diría Adele, hello, it's me. Dos cosillas que he pensado mientras te leía. La primera, esta frase: "el bloqueo creativo es necesario para no escribir mierda". No recuerdo donde la leí, pero a mí me vale cuando, efectivamente, me doy cuenta de que si me he quedado en blanco es porque estoy forzándome sobre la página. Entonces paro, doy un paseo, enciendo la TV, como sandía, y así sigo hasta que llega mi eureka. También he probado lo de trabajar primero en los andamios, pero a veces la respuesta sí está en ese paseo.

Y la segunda, con respecto a los personajes que creamos y abandonamos: un día me crucé por la calle con una vecina que bien podría ser la protagonista de uno de mis intentos de novela, la fotografié y escribí un relato cortito inspirado en esa escena. Y chimpún, me quité la manía de perseguirla más. No todas las historias dan para 200 páginas, pueden vivir en otros espacios. Y, como bien dices, en ese ejercicio se entrenan los músculos y se libera la tonta culpa de sentir que Nacho y Ana se quedaron huérfanos.

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Hola, Marta! Gracias por comentar. Eso de los paseos anti-bloqueo funciona al cien por cien. Comprobado. También funcionan las duchas de desbloqueo, lo prometo, jajaja

Y me ha encantado la anécdota de tu vecina. Es verdad, hay veces en que nos obsesionamos con dar a unos personaje una vida más larga de la que pueden vivir. A veces, una buena escena o relato corto es para lo máximo que dan. Abrazo!

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Podría copiar y pegar tu intro para hablar de mí misma 😅. Nunca intenté con una novela pero tengo cuentos desperdigados que podrían haber sido algo. Ahora me propuse empezar de cero. Ya voy por dos cuentos, con un hilo conductor y trabajados en un taller literario. Quién te dice que terminen publicados ✨ Este post me reafirma las ganas y felicitaciones por seguir publicando semanalmente y con tanta calidad!

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Hola, Laura! No te haces a la idea de la ilusión que me hace que este post haya inspirado a alguien para seguir escribiendo. Lo mismo puedo decir de tu comentario. Un abrazo :)

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Querido Edu, me sentí identificada como mi yo anterior; hasta que dio un paso al frente, aprendí a ser escritora de mapa, el compromiso del trabajo diario, quieras o no, el q la inspiración te pille precisamente así, trabajando, y terminé mi primera novela. Tres meses de ardua preparación y 5 de escritura, ahora inicio el proceso de reescritura y edición tras el feedback de los beta. Soy consciente de que me quedan más meses por delante y de que esta tarea NO me gusta nada… pero es parte del proceso hasta poner el punto final que quiero. E iniciar después el envío a editoriales y lidiar con los noes…

Sinceramente creo que solo cuatro escritores talentosos terminan novelas sin ese trabajo previo, y empeñarnos en ser uno de ellos quizá nos haga eso: abandonar, frustrarnos… yo te recomiendo la estructura, la escalera, y a escribir.

Si necesitas ayuda con eso, para partir de algo, feliz de hablar y ayudar.

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Hola, Cristina! Muchas gracias por tu mensaje, ojalá pueda hablar igual dentro de unos meses. Estoy justo en eso, en la etapa de organización, estudio y preparación, consciente de que si le dedico el suficiente tiempo, la parte de escribir será mucho más disfrutable. Mapa, pero con una pequeña brújula por si me adentro demasiado en el bosque.

Mucho ánimo con la etapa de cierre, que tengo entendido que es la peorcita. Abrazo!

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Me sentí totalmente identificado, ahí tengo un par de novelas que inicié en mi juventud (una yo creo que ya no porque estaba hecha a mano y seguro perdí el cuaderno en alguna mudanza) sin terminar. También yo me siento un escritor brújula en cuanto a literatura de ficción, pero justo pensaba esta mañana que tengo que aplicar la técnica del mapa que me ha permitido escribir más de 10 libros de no ficción. Estaré muy atento a saber que has terminado la novela y poder adquirir una copia. Gracias Edu!

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Hola, Josue! Es impresionante que hayas escrito tanto. Envidiable, de veras. Muchas gracias por tu comentario, me gusta mucho saber que hay más gente con estos mismos "problemas". Abrazo!

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ago 15·editado ago 15Gustado por Edu PE

Por lo que leo, Edu, en esta carta y en las otras que mencionas, tú mismo nos estás contando el problema y la solución. Que no es otra que «escribir regularmente» todos los días. 😉

Si te sirve de consuelo yo ando en las mismas. No respecto a escribir un libro, que es un objetivo que de momento no me planteo. Sino que siento muchos días esa sensación que tú tienes respecto a no terminar lo que empiezo. Yo tengo ahora, sin exagerarte lo más mínimo, nada menos que 34 cartas a medio escribir. Algunas casi terminadas, otras que no me gustan y a las que ando dando vueltas, poesías «ñoñas» y sin sentido... Y ahora que me he atrevido con los relatos... ¡madre mía! No sé en qué terminará la cosa... jajaja.

Yo creo que hay algo de magia en todo esto, y que para que salga una cosa buena tienen que existir varias malas. Por eso yo escribo casi todos los días durante al menos 30-45 minutos. Es un hábito que no quiero perder.

Veo que Clara y Miguel te ofrecen sus trucos y consejos, igual alguno te ayuda. Yo creo que si afrontara el escribir un libro, lo que haría sería segmentarlo en trocitos, de alguna manera, de forma que todo se hiciera más llevadero y disfrutón. Pero ya te digo, no me hagas ni caso, porque yo de escribir libros ¡ni papa! 😅

Gracias por estar. ❤️

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Hola, Jaime! Gracias por tu comentario :)

Totalmente de acuerdo, la clave es escribir sin más. Unos días saldrán cosas buenas, otros días no. Pero así te aseguras crear material y hábito. Es cuestión de tiempo. Y además, la gente como nosotros disfruta el proceso, que también es importante.

Intentaré aplicar de nuevo la escritura diaria, como hasta justo antes de verano. Abrazo!

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