Discusión sobre este post

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Avatar de Clara Síem

Edu, me has hecho reír con esta parte: "... el problema al que trato de poner nombre hoy, como si al publicarlo por aquí lo señalara con un dedo acusador para matarlo de la vergüenza..." 😂

Pues yo me veo muy reflejada en tus dificultades, ¿sabes? Los arrebatos iniciales de motivación, que se acaba (irremediablemente) desinflando, la falta de planificación y sus repercusiones, el tener X proyectos comenzados por casa, exigiéndote explicaciones con los brazos en jarras...

Aunque últimamente (en los últimos 3-4 años, no más) ya no lo llevo tan mal, porque creo que me estoy "pillando el truco" a mí misma, por fin.

Y he pensado contarte mis "trucos", por si a ti te sirvieran. Ojalá que sí...

Lo primero, que no es un truco, es que tengas muy claro *qué quieres conseguir* con cada proyecto. Creo que tiene que ser una meta que te motive lo suficiente, que para ti sea lo suficientemente importante, como para aguantar todo el proceso de materialización de la idea, que va a ser largo de c*jones. Si el resultado final no te importa mucho, es más probable es que lo acabes dejando.

Por ejemplo, en mi primer emprendimiento, la motivación final era poder comer. Supervivencia pura y cruda, la mayor y mejor de las motivaciones: ¡nunca decae! 😅😅

Una vez aclarado el primer punto, que sería el "para qué" de fondo, mi primer truco es lo que tú decías: la estructura general, la planificación de la construcción: la ubicación de las columnas maestras y los cimientos del edificio, número total de plantas, metros cuadrados de cada planta, y distribución general de las estancias.

Sin entrar en detalles, como el tipo de ladrillo, o el tamaño de las ventanas.

Yo suelo trazar la estructura general aprovechando el impulso inicial de motivación y creatividad, en lugar de "gastarlo" todo en empezar con los detalles finos, que son lo que más me gusta y me apetece hacer. A lo mejor sí que anoto unos cuantos detalles, pero sin desarrollarlos. Utilizo el impulso inicial para delinear el mapa general a grandes rasgos, que será lo que me permitirá continuar avanzando en los días en los que no me apetezca seguir, o no sepa por dónde hacerlo.

Y lo segundo es el sistema de trabajo diario, gestionar el tiempo y la energía en el día a día, para que, efectivamente, el proyecto avance. Cuántos días a la semana vas a invertir, cuántas horas al día (o a la semana), dónde y cómo vas a trabajar, etc. La estructura/planificación general es el "hacia dónde y por dónde", y la sistematología diaria es el "cómo".

Yo he encontrado un sistema que a mí me funciona, porque permite la constancia necesaria para avanzar, pero incluye el nivel de libertad que yo necesito en cualquier sistema para que éste me sea sostenible a medio y largo plazo.

Lo que hago es *COM-PRO-ME-TER-ME* en mayúsculas y en negrita a sentarme a trabajar X número de horas y X número de días a la semana, caiga quien caiga, llueva, diluvie, caiga granizo o lluevan meteoritos del cielo. 😄

Como si me fuera la vida en ello, porque sé que si no lo hago con ese nivel de compromiso, me acabo haciendo la tres-quince a mí misma, por mi nivel de creatividad y mi alergia a la falta de libertad.

Así que, últimamente, lo que estoy haciendo es escribir un MÍNIMO de 2 horas cada día, MÍNIMO 5 días a la semana. A veces es de lunes a viernes, a veces me salto un día entre semana pero lo recupero en el fin de semana. Y a veces llego a trabajar 6 días a la semana, si me apetece. Pero mínimo son 5.

Y, respecto al nº de horas de trabajo en cada "sentada", lo cierto es que, como lo que más me cuesta es siempre empezar, acabo metiendo casi siempre más de 2 horas: 3, 4, 5, incluso 6 algunos días.

Pero el mínimo no negociable es 2, me apetezca o no. En la primera media hora ya venzo la procrastinación, y ya empiezo a fluir. Una vez atravesado el umbral inicial, luego ya no quiero parar.

Respecto a la variedad de proyectos empezados, lo que hago es sentarme en mis 2 horas innegociables, y mirar cuál de los proyectos me apetece más retomar en ese momento, o cuál tiene más prioridad por lo que sea. Tomo el proyecto de mi "buffet" libre de proyectos que más me apetece o me conviene, y sigo avanzando 2, 3, 4 horas en él. En parte fluyendo, y en parte siguiendo la estructura general que ya me encargué de prefijar al inicio.

Y así voy haciendo.

Es un sistema que tiene una mezcla entre estructura y libertad, que a mí me está funcionando genial en estos años. Tanto para emprendimientos, como para proyectos creativos. En estos últimos años estoy avanzando más que en toda mi vida. No es un avance lineal, porque siempre tengo varios frentes avanzando a la vez, pero lo que importa es que avanzo, que cubro territorio, y de hecho, completo proyectos. 😊

No sé si mi sistema te serviría a ti, pero espero que, al menos, en algo te ayude. Y si no... pues gracias por leerme este tocho... 😅

Te mando un abrazo Edu, y gracias por compartir tus "vergüenzas" (que no lo son, a mi parecer).

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Avatar de Miguel García Álvarez

Nunca he querido escribir una novela, pero sí que escribí un ensayo que me llevó casi dos años. Te leo, y veo bastantes de los problemas a los que me enfrenté durante aquel proceso. Creo que has dado en la clave: todo libro necesita una estructura de partida. Esa estructura marca un principio y un fin que, por supuesto, puede ser modificada por el camino, pero siempre con un final establecido. El segundo problema al que posiblemente te termines enfrentando será decidir cuando la obra está acabada. En esto citaré a un buen amigo, con varios libros a sus espaldas, que me confesó: "Un libro no se termina, se manda a tomar por c***". Suena un poco extremista, pero si no te marcas un fin, puedes tener para siempre esa sensación de que la obra se puede mejorar.

Yo tengo una publicación pendiente sobre mi experiencia de escribir un libro, pero decidí que es necesario darle tiempo para que madure y coja perspectiva. Seguramente lo haga cuando el libro cumpla un año :).

Sobre lo último que comentas, creo que es normal. El verano tiene una naturaleza más social, lo que anima a realizar otras actividades que contraprograman la escritura. Yo también me tengo que forzar sobremanera para mantener la rutina en esta época del año... pero sé que en cosa de mes y medio todo volverá a la "normalidad".

Un saludo y ánimo con esa(s) novela(s)!

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